Me gusta desarrollar mi conciencia, para comprender por qué estoy vivo, qué es mi cuerpo y qué debo hacer para cooperar con los designios del universo. No me gusta la gente que acumula datos inútiles y se crea conductas postizas, plagiadas de personalidades importantes. Me gusta respetar a los otros, no por las desviacio ...nes narcicistas de su personalidad sino por su desarrollo interno. No me gusta la gente cuya mente no sabe descansar en silencio, cuyo corazón critica a los otros sin cesar, cuyo sexo vive insatisfecho, cuyo cuerpo se intoxica sin saber agradecer estar vivo. Cada segundo de vida es un regalo sublime. Me gusta envejecer porque el tiempo disuelve lo superfluo y conserva lo esencial. No me gusta la gente que por amarras infantiles, a mentiras las convierte en supersticiones. No me gusta que haya un Papa que predica sin compartir su alma, con una Papisa. No me gusta que la Religión esté en manos de hombres que odian a las mujeres. Me gusta colaborar y no competir. Me gusta descubrir en cada ser esa joya eterna que podríamos llamar 'Dios Interior'. No me gusta el arte que diviniza el ombligo de quien lo practica; me gusta el arte que sirve para sanar. No me gustan los tontos graves; me gusta todo aquello que provoca la risa. Me gusta enfrentar, voluntariamente, mi sufrimiento, con el objeto de expandir mi consciencia.
Disculpe usted, señor modisto, pero los que no tienen cartucheras son los HOMBRES.
Y después de tanta mala onda y violencia visual hacia nuestros cuerpos normales:
Venía en colores, ahora volví a ser gris. El Metro me pone muy neurótica. Los ojos, en realidad. Como un montón de bichos que se reúnen ahí a mirarse. A mí el Metro no me gusta nada, por eso voy leyendo.
Y estoy muy egoísta, ando descontenta con eso. Nadie lee este blog y me parece genial, sino no me darían ganas de escribir acá. Me da paja escribir en papel, y qué? No es culpa mía, tipearlo es más rápido.
Soy una tipa re normal. Soy una mujer re normal... Una pesada con fobia social re normal. Con los ojos delineados, la boca de rojo, sus uñitas rojas también, su ropita básica y cómoda, o incómoda pero linda - qué karma ser mujer -, su creatividad nula, pánico social, pensamientos vagos que no llegan a ninguna parte, solo la distraen de la gente que pasa a su lado...
Soy una tipa re normal. Mi historia es normal, no soy yo la rara, los raros son ellos. Y a ellos, que me inspiran este irracional asco social, les digo, de forma muy cortés:
Pero en plural.
Y me lo digo a mí también, por tener paranoias sin sentido, por ser infantil a los 21 años (casi), por ponerme cosas incómodas y andar con cara de querer bajarme del planeta. - Qué puta!
Este Sábado mi compañero sentimental y yo pasamos música en el Flamingo Bar ( Calle Rico Home 8, Alcalá de Henares, Madrid ).
Los invitamos a que se unan al guateque!
Pretendemos poner desde garage de los 60s en adelante, hasta llegar a nuestro siglo, todo bailable, todo bebible. Únase a la única sintonía que va a molar este Sábado en Alcalá!
Mi único interés es que baile y deje la mala cara en casita,y si la trae, traigase una mascarita ;)
We are lillies grown from filthy, dry dirt. Our beauty comes from our power of hiding sad secrets from the rest of the world, and still look awfully normal, happy, content, even stupid to the eyes of common people. But we are broken-hearted for ever. They made us like this. We are not proud of not be able to destroy what makes us so unfortunate. But we try and be normal. That's why you don't like us. You perceive there's something wrong about us. But, d'you know what? There IS something quite fucked up about us, and it i'll die with us. And still we are happy lillies.
Tomarte unas birras, hacer tiempo con tus amigos antes del concierto, algo habitual... pero que al estar por entrar al bar te encuentres a Damo Suzuki, que sin reparos y con total humildad comienza a charlar con vos... eso es increíble. Durante un recreo de 15' que el jefemafia de el Nasti obligó a hacer, salimos afuera a por más birras. Al poco tiempo salió él también, y se unió a charlar con nosotros un poco más, hasta que tuvo que volver a tocar.
Luego del concierto, se bajó a repartir abrazos entre el público, en el que estabamos, encantados de abrazarle. Al salir, nos lo encontramos de nuevo y nos quedamos hablando un rato más, hasta que tuvo que ir a una minientrevista en un parque cerca, y luego de eso, para no ser pesados, nos despedimos, aunque anteriormente él habia aceptado ir con nosotros a tomar algo... pero bueno, hablar con él tres veces en un concierto ya es mucho pedirle, así que lo dejamos tranquilo (además la banda que lo seguía no parecia tan predispuesta como él)
No me acuerdo de las cosas al pie de la letra, habia bebido bastante, pero sí recuerdo que nos transmitió buena energía total. Nos contó sobre su interés en comunicarse con la gente a traves de la música, y que por ello practica la no práctica; no suele ensayar mucho tiempo antes de tocar, no le gusta tocar los mismos temas siempre, sino que lo suyo es improvisar, se deja llevar por la música para así transmitir algo real... con decirles que a los músicos que le acompañaron esa noche los habia conocido ese mismo día... No le gusta hablar de Can. No le molesta, pero tampoco le interesa. Tiene 60 años, y hace 40 que vive en Alemania. El país no lo enloquece, pero sus hijos sí y por ende, se queda.
Tiene muchísima presencia y energía en el escenario. Y abraza. Abraza un montón.
Habra pensado que soy imbécil, o tengo algun desorden mental que me hace sonreír constantemente, porque no podía parar de ser felíz.
Bueno! y mi chico conoció en persona a Paco Alcázar. Todos felices. Jeje.
Si te centrás en su boca desde el cuarto minuto, te da la sensación de que si entrases dentro y vieses sus cuerdas vocales, verías a algun tipo de Dios.
El universo entero habia conspirado para crear un ser así.
Me gustaría dejar atrás los últimos 10 años que viví... elegir lo que existio, y lo que no, desecharlo, olvidarlo por completo y reemplazar pesadillas por sueños inconclusos. Sería una persona pura y sin Odio, sería todo tan lindo...
Poly tiene 20 años, es argentina y vive en Madrid. Es una chica normal, diría que hasta convencional, pero aún así no logra encajar con - casi - nadie. Todavía está develando el por qué.